28 agosto 2011
Los rebeldes libios anuncian el inminente restablecimiento de los servicios básicos y la llegada de ayuda humanitaria
La nueva Libia que quiere el Consejo Nacional de Transición (CNT) se pone en marcha, a expensas todavía de que se de con el paradero de Muamar el Gadadi. Mientras los rebeldes siguen peinando el territorio libio en busca del dictador, el CNT ya ha anunciado que pronto restablecerá los servicios básicos dañados por la guerra. Gracias a la llegada a Trípoli de 32 barcos con abastecimientos de la coalición internacional de países amigos, entre ellos España, pronto comenzará la distribución de los suministros esenciales. Es lo que ha anunciado el ministro interino Mahmoud Shaman -responsable de información-, que ha anunciado para hoy mismo 30.000 toneladas de carburante para paliar las necesidades inmediatas. En los barcos, fondeados frente a la costa, aguardan también suministros básicos como agua, alimentos y medicamentos.
El CNT también quiere restablecer cuanto antes los servicios básicos como electricidad y telecomunicaciones, encontrados todos ellos en mejores condiciones de las que esperaban, ya que no se han descubierto sabotajes. El titular de Información ha asegurado que en dos días podrán repartir a la población lo necesario para cocinar. Shaman ha hecho un llamamiento a los operarios de la refinería de Al Zauiya para que regresen a sus puestos de trabajo y retomen las operaciones del principal punto de suministro de carburante de la capital. "Los abastecimientos ya están en su sitio", ha asegurado el ministro interino, que ha explicado que saben que "unos días antes de la liberación", Trípoli estaba bajo el férreo control de la dictadura. "Empezamos de cero, sin sociedad civil, pero creo que seremos capaces de hacer lo mejor", ha insistido.
Además de cubrir con combustible las necesidades más inmediatas de la red eléctrica, el CNT precisa de la ayuda de las empresas y compañías proveedoras de servicios para que retomen sus operaciones. Aunque ya está en marcha el proceso para restablecer la normalidad en Libia, lo más importante para el gobierno de transición es terminar con la inseguridad del país.
Tanques, lanzamisiles, carros blindados y baterías antiaéreas se encaminan desde Bengasi y Ajdabiya hacia Sirte con paso lento para fijarse a unos 250 kilómetros de la localidad, en las inmediaciones de la refinería de Ras Lanuf, e iniciar allí de una vez por todas la toma de la ciudad natal del coronel Gadafi.
Están dirigidas por el comandante Fawzi Bukatif, al mando de un ejército de soldados y jóvenes rebeldes armados con fusiles Kaláshnikov y entusiasmados ante la posibilidad de ser ellos quienes encuentren al dictador, que se resiste a dejar el poder que ha ostentado en Libia durante 42 años.
El presidente del Consejo Nacional Transitorio libio (CNT), Mustafa Abdul Yalil, ha admitido que desconocen dónde están Gadafi y sus hijos. "Hasta el momento no tenemos informaciones efectivas sobre el paradero de Gadafi y sus hijos", ha reconocido Abdul Yalil en una rueda de prensa en la ciudad de Bengasi, en el este del país y todavía sede principal del CNT.
Los rebeldes libios en Trípoli tratan de mantener la presión sobre las fuerzas gadafistas, solo organizadas aparentemente al sur de la capital, y han logrado unir sus esfuerzos con los combatientes del frente occidental de Misrata mientras intentan llegar hasta Sirte. Por el momento, las fuerzas rebeldes tomaron este viernes el puesto fronterizo libio-tunecino de Ras Jedir tras, con lo que los insurgentes han conseguido hacerse con la principal vía de abastecimiento y comunicación de Trípoli con Túnez, confirmó a Efe un militar tunecino. Los leales al autócrata, por su parte, han bombardeado el aeropuerto de Trípoli, según la cadena panárabe Al Arabiya. En la capital libia son frecuentes los cortes de electricidad y hace al menos seis horas que no hay agua corriente.
Ante la situación de violencia que vive el país, a la espera de la posible batalla final en la ciudad natal del dictador, y a la que ahora se suman las primeras informaciones sobre ejecuciones masivas, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha asegurado este viernes que pedirá al Consejo de Seguridad del organismo que estudie el despliegue urgente de una misión de paz en Libia, debido a la caótica situación en el país magrebí.
"Hemos entrado en una fase distinta y decisiva en Libia", aseveró ante la prensa Ban, que considera que sería "deseable" tener al menos un grupo allí que ayudara "a restaurar el orden y la estabilidad", objetivo para el que pidió la colaboración de la comunidad internacional. "Claramente los desafíos que Libia tiene delante son enormes", reconoció el máximo responsable de la ONU. "Claramente los desafíos que Libia tiene delante son enormes", reconoció el máximo responsable de la ONU, quien este viernes celebró una reunión mediante videoconferencia con representantes de la Liga Árabe, la Unión Africana (UA), la Unión Europea (UE) y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), para analizar el futuro del país africano sin Muamar el Gadafi al frente.
Fuente oficial: Elpais